Alicia…
Se levantó a las 3:00 en punto de la mañana. Como de costumbre.
Se levantó de la cama de aquel extraño. Cogió su vestido morado de escote tipo barco.
Miró en la cama, como placidamente dormía el sujeto número 679.
Cogió algo de dinero, comida, y no tardó en salir de aquella destartalada habitación.
Alicia hacía de todo por sentir el calor humano. Por poder tener sitio donde dormir hasta la madrugada.
Hacía mas de tres semanas que no habia pisado un lugar caliente. Solo podía ir a un bar de la esquina, del barrio más pobre de la ciudad, acompañar a casa al primero que se viera, para luego huir de su casa... Pero al menos… volvía a sentir el pequeño aroma a hogar, el cual era como veneno
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